El cambio de estación trae consigo una serie de cambios, y uno de ellos son los diferentes elementos que identifican a cada una de estas, como lo son los copos de nieve para representar el invierno, al igual que las flores de colores vibrantes para representar la primavera.
Es por eso que aquí te van una serie de consejos para poder decorar tu dormitorio de una manera sencilla.
Fíjate en lo más llamativo: usa fundas nórdicas estampadas
Por norma general, lo que más llama la atención en un dormitorio es la cama, y para poder realizar un cambio notable en la habitación, tenemos que tener en cuenta que una de las partes clave de este proceso es centrarnos en esta.
Para poder darle ese toque que diferencia cada estación, te sugerimos que cambies tu funda nórdica. Para que esta represente bien la estación, hay una variedad infinita de fundas nórdicas estampadas que pueden marcar la diferencia.
Correcto uso de colores
Si de algo estamos de acuerdo es que cada estación tiene su propia paleta cromática, pero para poder decorar la habitación, te recomendamos utilizarlos al contrario. Esto quiere decir que, por ejemplo, en verano utilices tonos frescos y luminosos como azules claros, blancos y tonos neutros para crear un ambiente relajado y fresco; al igual que en invierno opta por tonos oscuros y ricos como grises, azules profundos y burdeos para crear un ambiente acogedor y elegante.
Ojo con las texturas
Las texturas son una parte fundamental para poder identificar la estación del año. Para invierno puedes optar por tejidos gruesos y peludos como la lana, la piel sintética o el terciopelo en mantas y almohadas para añadir calidez y confort; y por el contrario, en verano utiliza telas livianas y frescas como el algodón o el lino para mantener la habitación fresca durante los días calurosos.
Ilumina tu espacio de forma correcta
Para conseguir recrear el mejor ambiente, debemos cuidar la iluminación de la habitación. En primavera aprovecha al máximo la luz natural abriendo las cortinas y usando espejos para reflejarla y hacer que la habitación parezca más grande y luminosa; y en otoño utiliza luces cálidas y tenues para crear un ambiente acogedor y relajante en las noches frías de otoño.
Los consejos anteriormente mencionados, a pesar de que son muy simples, pueden ayudarte a marcar una gran diferencia. Empieza poco a poco, integrando unas fundas nórdicas estampadas y luego sigue con el resto de consejos. ¡Sin duda, conseguirás tener una habitación completamente ambientada!